Vivimos en un mundo hiperconectado que, paradójicamente, nos deja cada vez más aislados.
El 25,5% de los jóvenes entre 18 y 25 años se sienten solos y desconectados.
Al mismo tiempo, más del 20% de las personas mayores viven solas, enfrentándose a la soledad… y muchas veces, al miedo de ser olvidadas.

Somos seres sociales por naturaleza, pero algo en nuestra sociedad nos ha llevado a desconectarnos.
¿Y si en lugar de sufrir esa desconexión, la transformáramos en una oportunidad para unirnos a través de nuestras diferencias generacionales?

Juntos, tienen el poder de transformar nuestras comunidades.

Y lo mejor es que ya lo están haciendo: